La elaboración de un vino rosado es similar a la de un blanco, con la salvedad de que se utiliza uva tinta, o una mezcla de blanca y tinta (solo existe una variedad rosada en el mundo, la Poulsard, de origen francés). Hasta hace pocos años, el vino rosado ha estado denostado como vino que no es de gran calidad.
La elaboración de un vino rosado es similar a la de un blanco, con la salvedad de que se utiliza uva tinta, o una mezcla de blanca y tinta (solo existe una variedad rosada en el mundo, la Poulsard, de origen francés). Hasta hace pocos años, el vino rosado ha estado denostado como vino que no es de gran calidad.
Culpa de esto la han tenido los propios productores, que destinaban la peor uva (blanca y tinta) para elaborar rosados. Hoy las cosas han cambiado mucho, afortunadamente, y se están elaborando grandes rosados, además de que están marcando una nueva tendencia de o por su versatilidad a la hora del maridaje y la facilidad de su ingesta.
El rosado es un tipo de vino difícil de elaborar, pero cuando está conseguido puede proporcionarnos gran placer. Históricamente era un vino seco bastante delicado, no fue hasta pasada la Segunda Guerra Mundial cuando se puso de moda para el consumo de masas en sus versiones medio dulces, siendo ejemplos clásicos los llamados blush estadounidenses de los años 1970. Ahora se ha vuelto, por fortuna, a un estilo más seco y "grande", vinos producidos a partir de uvas como la Tempranillo, la Syrah, la Garnacha o la Cariñena en regiones más cálidas como España, la Provenza y Languedoc francesas y hasta en Australia.
MARIDAJES ÓPTIMOS:
-Maridajes por similitud o contraste: los rosados son vinos versátiles que acompañan a la perfección arroces y pastas, platos especiados (cocina mexicana, india, marroquí) y ensaladas de todo tipo.