VINOS BLANCOS

1. Un vino blanco joven es aquel que no ha pasado por barrica de madera, ni durante la fermentación alcohólica ni durante su crianza, que se hará únicamente en botella, para permitir que se redondee y los aromas primarios (cedidos por la fruta, el suelo y propiciados por el clima de la zona) y los secundarios (surgidos durante la fermentación) se ensamblen.
MARIDAJES ÓPTIMOS:
-Maridajes por similitud: mariscos, pescados blancos a la placha u horneados y carnes blancas de ave.
-Maridajes por contraste: legumbres verdes, pastas y arroces de salsas suaves, ceviches, platos nikei y cocinas asiáticas.
2. Un blanco fermentado en barrica es aquel que realiza la fermentación alcohólica o ha sido criado, una vez terminado, en dichos continentes. Son vinos de fuerte personalidad, corpóreos, con mayor extracto y más intensos en boca que los blancos jóvenes. Pierden un poco sus características aromáticas frutales y florales, que son sustituidas por notas de madera, especias, vainilla o pastelería.
MARIDAJES ÓPTIMOS:
-Maridajes por similitud: carnes blancas con frutos secos (castañas, almendras, avellanas…), pescados blancos con sabor (lubina, dorada, bacalao…).
-Maridajes por contraste: sopas frías dulces y saladas, pastas y arroces de salsas contundentes.