Vino Tinto Lindes de Remelluri Viñedos de San Vicente
Vino Tinto Lindes de Remelluri Viñedos de San Vicente con D.O. La Rioja. Elaborado con uvas Tempranillo y Garnacha. Un Crianza de Bodegas La Granja de Ntra. Sra. de Remelluri. Largo en boca y muy buena acidez.
94 Parker | 92 Peñín
Edad: Crianza
Bodega: Bodega La Granja de Nuestra Señora de Remelluri
La mayor lejanía de la Sierra de Cantabria supone unas condiciones meteorológicas diferentes: mayor influencia mediterránea y menor contraste de temperaturas.
Nota de cata para Vino Tinto Lindes de Remelluri Viñedos de San Vicente:
Es un vino rojo granate con ribetes púrpura y lágrima marcada.
Aparecen aromas de frutos rojos maduros (fresillas, frambuesas), torrefactos, toffee y monte bajo sobre un ligero fondo mineral y balsámico.
La entrada en boca muestra cierta astringencia que luego se dulcifica al oxigenarse. Un vino que tiene nervio, pero a la vez es ligero y agradable, con taninos rotundos, muy buena acidez y largo en boca.
Temperatura de servicio óptima: 16° C.
Un maridaje: Atún rojo con rebozuelos.
Ingredientes: 4 lomos de atún de 180 gr. cada uno aprox., 1 cebolla, 200 gr. de ajos tiernos limpios, 500 gr. de rebozuelos (o variado de setas), sal y pimienta, aceite de oliva virgen extra.
Elaboración:
- Limpiar con cuidado las setas, con un trapo o papel húmedo, sin pasarlas por agua.
- Si son congeladas dejarlas en la nevera, en un colador para que vayan soltando agua durante 24 horas o hasta que estén descongeladas.
- Secarlas con papel de cocina.
- Pelar y cortar la cebolla en juliana y picar los ajos tiernos.
- En una sartén rehogar en aceite de oliva la cebolla y los ajos.
- Añadir las setas, saltearlas a fuego vivo durante 3 ó 4 minutos y salpimentar.
- Asar los lomos de atún en plancha, brasa o sartén y marcarlos por todos los laterales.
- El centro debería quedar un poco crudo para que no se seque, en sólo 3 minutos estarán listos.
- Salpimentar y servir los lomos de atún con el salteado de setas.
¡Buen provecho!
Remelluri es una bodega de historia secular. En el siglo XIV, monjes jerónimos se asientan en estas tierras, creando una granja monástica y abandonando el lugar en el siglo XV; el santuario se mantiene con ermitaños que dan culto hasta muy entrado el siglo XIX y la granja y el monasterio quedan dependiendo de la Real Divisa.
En 1845, con la ley de desamortización, fueron vendidos terrenos, casas e incluso la ermita. Un hacendado de Labastida adquiere el núcleo principal, manteniendo el viñedo. Esta propiedad, de aproximadamente 20 hectáreas, llega intacta hasta 1967 y es entonces adquirida por Jaime Rodríguez Salis y Amaya Hernandorena, los actuales propietarios. Hoy cuentan con 154 hectáreas de viñedo en La Rioja Alavesa.