Tras dos décadas de intenso trabajo Telmo Rodríguez se ha convertido en una de las figuras más representativas e importantes en el panorama vinícola español.
Si hace unas semanas hablábamos sobre los vinos de autor, ha llegado el momento de presentaros una de las novedades que más ansiabamos anunciar. La Compañía de Vinos Telmo Rodríguez ha confiado en Vinos Covigran para su distribución en exclusiva en toda la provincia de Granada. Es por esto que queremos destacar la trayectoria e historia de esta prestigiosa y respetada figura dentro del mundo vinícola.
Una trayectoria... una historia
El padre de Telmo, Jaime Rodríguez Salís, era un empresario de Irún. Un As de los negocios de la construcción que a mediados de los sesenta hizo fortuna con el Complejo de Golf de Fuenterrabia, adquiriendo un gran viñedo en La Rioja Alavesa, cerca de Labastida, llamada Remelluri, una de las fincas más bellas y con más historia de La Rioja.
Llegó a esta finca en 1967 con su mujer y con ganas de reconvertir aquel lugar en algo mejor. Se afanó en adecentar la casa y la hermita y volvió a plantar viñedos. Así nació la bodega. Tras 10 años del lanzamiento del primer Remelluri de 1971, éste pasó a ser un referente de modernidad en La Rioja. Se convirtió en uno de los primeros vinos de pago españoles.
Juventud, divino tesoro
Pese a que la infancia de Telmo transcurrió entre viñas, él jamás vió el negocio como una obligación. Fue una vocación que comenzó siendo un juego y que años más tarde pasaría a ser una salida laboral, convirtiéndose al final en su pasión tras estudiar Enología en Burdeos. Allí encontró lo auténtico. Aprendió que lo importante era la tierra, no la bodega.
Telmo regresó a la finca de Remelluri hasta mediados de los noventa cuando, por divergencias familiares, decidió emprender un nuevo camino con un aval de su padre de 3.000 € y junto a Pablo Eguzkiza, compañero de estudios en Burdeos. Fue en 1994 cuando nació la Compañía de Vinos Telmo Rodríguez.
De manera incansable comenzaron a buscar territorios especiales que hicieran posible la obtención de vinos únicos. Lugares perdidos en zonas vitivinícolas olvidadas. Y es que para Telmo, el futuro es el pasado. Reivindica el origen de nuestros viñedos, el paisaje y lo artesanal por encima de las metodologías industriales que apuestan por la cantidad más que por la calidad.
Aunque todo lo deciden a medias, Telmo recorre mundo dando a conocer sus vinos mientras que Pablo, de perfil más enólogo y racional, cuida con su prudencia las viñas. El tándem perfecto clave para el buen funcionamiento de la Compañía. Algo que le ha valido para facturar cinco millones de euros y producir un millón de botellas al año que mayoritariamente exporta.
El resultado del esfuerzo
Años de arduo trabajo y paciencia resucitando cepas, hacen que sus vinos sean de los más codiciados. Su proyecto se basa en la emoción, en sentir la tierra, la uva, y su maduración. A veces, tras revivir las cepas, puedes tardar seis años en obtener el primer vino. En esto la prisa es un mal compañero. La elaboración de un vino artesanal es siete veces más cara que la de uno industrial, pero se vende 20 veces más cara en el mercado extranjero porque hay consumidores que buscan vinos especiales, de uvas autóctonas, ya que buscan lo que escasea: lo natural.
Telmo viaja la mayor parte del año a otros países donde el vino español apenas se conoce. Pero no pretende ser el número uno, sino vender un producto rico en tradición, ya que acabar con ello, significa acabar con una forma de vida, con un tejido humano, paisajístico y económico que ya no se va a recuperar. Uno de sus tintos, Las Beatas, ha logrado la máxima calificación entre los grandes de La Rioja por el crítico internacional Robert Parker.
Actualmente, uno de sus objetivos es crear una red de viticultores motivados a los que transmite todos estos valores en un entorno como Remelluri, defendiendo el terroir español y denunciando la burocratización del vino a través de las denominaciones de origen, que optan por la uniformidad mediocre frente a los vinos de un municipio, paraje o finca concretos.
Sus vinos son vinos con alma, con espíritu, con solera y con el sabor de la tierra y de la tradición. Cada vino de Telmo Rodríguez tiene su historia y su personalidad propia. En Vinos Covigran apostamos por ellos, convencidos de que llegarán a convertirse en uno de vuestros predilectos.
Disponibles ya en nuestra tienda: