Consejos para un buen maridaje de vino
08/25/2021
Si nos remontamos tiempo atrás, no existía el maridaje como lo conocemos hoy en día. Es un arte moderno que experimenta una evolución constante.
 

Un perfecto maridaje te aportará una gran variedad de sensaciones placenteras en el paladar. La armoniosa combinación a la hora de elegir el vino más adecuado para cada tipo de comida va más allá de la clásica idea de acompañar la carne con tinto y el pescado con blanco.

La infinita variedad de tipos de uvas, procesos y elaboraciones, envejecimientos, nuevas añadas, matices, aromas, etc. convierten al mundo del vino y el maridaje en uno de los más interesantes y complejos. El maridaje es toda una ciencia gastronómica.

Te traemos una serie de consejos para hacer un buen maridaje y así puedas seleccionar el plato que mejor combina con cada vino. El maridaje no es únicamente un proceso para enólogos o expertos cocineros, sino para todo aquel que quiera iniciarse en su aprendizaje desde el nivel principiante.

¿Qué es el maridaje?

Tal y como su nombre indica, el término maridaje hace referencia al proceso de casar, metafóricamente, un alimento con el vino más adecuado. El objetivo del maridaje es conseguir realzar los sabores y texturas de los alimentos, creando combinaciones que acrecienten el placer de comer.

El maridaje nos aporta la creación de nuevas sensaciones para deleite del paladar, para potenciar los matices tanto de los alimentos como del propio vino.

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¿Cómo aprender a hacer un buen maridaje?

El maridaje es un arte que cambia continuamente y, además, depende del gusto personal de cada uno. Por ello no hay normas cerradas al respecto.

Sin embargo, existen una serie de claves fundamentales para maridar alimentos con vino que nos guiarán de forma adecuada para disfrutar al máximo de la unión de aromas y sabores.

La selección de vinos como parte de un menú global

Es importante establecer un orden en la selección de vinos, al igual que guardamos un orden en los platos del menú. Siempre establecemos un equilibrio y un orden en función de la intensidad del plato.

Habitualmente se comienza con los entrantes y platos ligeros, seguidos de los más contundentes y terminamos con el postre.

Con el vino que acompaña el plato sucede algo similar. Los vinos con mucho cuerpo, nunca deberían preceder a los más ligeros. Si así lo hiciéramos, el sabor ligero del segundo vino quedaría tapado por el anterior.

Debemos establecer un orden adecuado también para el vino como parte de un menú global.

Normalmente, los entrantes se acompañan con vinos rosados y blancos.

Seguimos con vinos tintos jóvenes o crianza en los platos ligeros.

Para carnes y platos contundentes se recomienda recurrir a tintos reserva o gran reserva de mucho cuerpo.

Para finalizar, puedes acompañar el postre con un vino dulce.

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El peso del alimento es clave en el maridaje

Para maridar vinos, es fundamental que el alimento y la bebida posean un peso similar. El peso de los alimentos viene determinado por el nivel de grasa, intensidad de sabor o facilidad para digerirlos.

Una clave importante para maridar un plato con vino es tratar de que ambos tengan un peso parecido. Por ejemplo, un guiso de carne de caza es mucho más contundente que una menestra de verduras. Atendiendo al peso, cada comida combinará mejor con un tipo de vino u otro.

Las ensaladas y entrantes maridan mejor con vinos blancos jóvenes ligeros o rosados.

Los mariscos y pescados maridan con vinos blancos de mayor crianza vinos espumosos.

Para las carnes blancas, verduras y quesos suaves se recomienda combinar con blancos envejecidos en barrica.

Los pescados azules maridan bien con vinos tintos jóvenes de corta crianza y poco cuerpo.

Los quesos curados olorosos, carnes asadas y barbacoas ligan a la perfección con tintos Crianza.

Las carnes de caza y chuletones maridan completamente bien con Reservas Grandes Reservas.

El modo en que se cocinan los alimentos

Si el peso del alimento juega un papel fundamental en el maridaje, no lo es menos la manera en que se prepara el alimento. Un mismo pescado puede preparase al vapor y quedar muy ligero o ser cocinado como parte de un guiso y resultar un plato más contundente.

Las sensaciones en el paladar de un alimento servido frío o caliente también difieren enormemente.

La manera en que el alimento es cocinado y combinado con otros alimentos, marcará el tipo de vino con el que debe maridar.

El equilibrio frente al contraste

Además del peso, es importante la búsqueda del equilibrio y contraste adecuado. Por ejemplo, si disponemos de una comida contundente y muy picante, sería un error maridar un vino de igual peso y gran intensidad. En este caso, lo adecuado sería maridar con un vino que proporcione sensación de frescor como un blanco o rosado servidos muy fríos.

Otro ejemplo de equilibrio y contraste sería maridar un queso añejo de sabor muy intenso con un vino dulce servido frío, que suavizará el sabor y dará contraste en boca.

 

Estos son los principales factores que se deben considerar para el correcto maridaje de vino, aunque existen otros muchos. Entiéndase como una guía con recomendaciones y consejos prácticos aceptados por la mayoría de sumilleres.

Sin embargo, el paladar de cada persona es diferente y al final de cuentas, el gusto personal de cada uno prevalece sobre cualquier norma o consejo que podamos dar.

Te invitamos a navegar por nuestra selección de vinosdonde encontrarás nuestras fichas de productos con maridajes para cada vino y recetas completas recomendadas por un experto enólogo.